Hoy os traigo una receta rápida, fácil y deliciosa. Una versión saludable de las cremas de avellanas y…
Hoy os traigo una receta rápida, fácil y deliciosa. Una versión saludable de las cremas de avellanas y chocolate que se encuentran en el mercado.
Lamentablemente hoy en día muchos de los productos que encontramos en los supermercados están repletos de grasas saturadas, cantidades ingentes de azúcares refinados, conservantes, colorantes y saborizantes de todo tipo.
Si nos fijamos en las etiquetas de las cremas de avellanas y chocolate que se comercializan, podemos observar que los dos primeros ingredientes que contienen son azúcar, seguido por manteca de palma.
El hecho de que estos dos ingredientes se encuentren los primeros de la lista significa que son los que se encuentran en mayor cantidad en el producto.
¿Porqué motivo debería tener una crema de avellanas y chocolate tanto azúcar? Para darle un sabor más dulce y atractivo, pasando, por supuesto, por encima de las recomendaciones nutricionales, sobretodo en cuanto alimentación infantil.
Y lo que es peor aún ¿porqué debe contener tantísima manteca de palma?
El aceite de palma es un producto barato, una bomba de grasa saturada que le proporciona una consistencia untosa y un aspecto brillante a una crema. ¿Desde cuando una crema de avellanas debe contener más aceite de palma que avellanas?
Siendo sinceros, deberían llamarlas cremas dulces de manteca de palma, en vez de crema de avellanas y chocolate, al fin y al cabo eso es lo que más contienen.
Por este motivo he pensado que sería una buena idea compartir la receta de una versión más saludable de las mismas. Una receta sin sorpresas desagradables, simplemente una auténtica crema de avellanas y chocolate, como su nombre indica.
Las cremas de frutos secos y chocolate son deliciosas. Y como bien dicen: un capricho que de vez en cuando no hacen daño a nadie. Pero siempre es mejor cuando conocemos sus ingredientes y sabemos su procedencia ¡entonces son doblemente buenas!
Hacer esta deliciosa crema no te llevará más que media hora. ¡Apuesto a que no sabías que hacer tu propia crema de avellanas y chocolate era tan fácil y rápido!
Utensilios y electrodomésticos indispensables
- Termómetro de cocina.
- Batidora de vaso.
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Preparación
1. Vierte el agua en un cazo y añádele el azúcar. Calienta el agua con azúcar a fuego medio, hasta que llegue a los 111ºC, no remuevas en todo el proceso, el azúcar debe disolverse solo con la temperatura. Intenta ser lo más preciso/a posible con la temperatura.
2. Añade las avellanas a la mezcla y, ahora si, remueve con una pala de cocina sin parar.
3. Debes remover hasta que las avellanas se garrapiñen, la mezcla de azúcar y agua pasará de ser brillante y transparente, a opaca y sólida. Si sigues removiendo, podrás observar que parte del azúcar que envuelve a las avellanas empieza a caramelizarse y a adoptar un bonito color ámbar.
4. Cuando toda la superficie de las avellanas adopte este bonito y brillante color ámbar y, el azúcar desprenda un delicioso olor a caramelo, es el momento de retirarlas del fuego y dejarlas enfriar sobre un papel de horno o una lámina de silicona para el horno. Sepáralas un poco con la ayuda de una pala de cocina, porque al enfriarse el caramelo quedarán completamente soldadas las unas a las otras.
5. Corta el chocolate en trocitos, calienta la leche o leche de almendra y derrite el chocolate en ella. Deja enfriar la mezcla hasta unos 25-30 ºC antes de utilizarla.
6. Una vez las avellanas estén completamente frías. Tritúralas en una batidora de vaso o batidora americana. Ayúdate de una espátula para retirar la pasta que se deposita al fondo y depositarla en la superficie, para que se triture todo uniformemente y así consigas un praliné perfecto.
7. Vigila constantemente la consistencia de las avellanas trituradas, debes evitar triturarlas demasiado y que suelten aceite. Una vez las avellanas caramelizadas estén trituradas y tengan una consistencia uniforme, podemos añadirle el chocolate, la leche, la leche en polvo y el extracto de vainilla natural.
8. Tritura una vez más hasta obtener una crema uniforme, brillante y fluida. Vierte la crema en un bote de vidrio o plástico previamente esterilizado y déjala enfriar por completo para que se vuelva más densa, y adopte la textura ideal para poderla untar.
Consejos e ideas
-Vigila cuando trabajes con caramelo, es muy fácil quemarse.
-Si quieres hacértelo más fácil, sumerge el cazo con caramelo y la pala de cocina que has utilizado en agua caliente justo al terminar de garrapiñar. Es muy complicado limpiar el caramelo una vez se ha endurecido.
-Puedes utilizar el chocolate que más te guste, si utilizas chocolate con leche la crema te recordará a las marcas que se comercializan. Si utilizas chocolate negro obtendrás una crema de sabor intenso. Si utilizas chocolate blanco obtendrás una crema de un color amarillento, muy sabrosa y más dulce que las otras dos opciones.
-Si no te gustan mucho las avellanas o no tienes en casa, utiliza otro fruto seco siguiendo las mismas proporciones, las cremas de almendras, nueces y pistacho son deliciosas. También puedes combinar varios frutos secos, puedes crear tantas combinaciones como se te ocurran, e incluso añadirles especias como la canela, o una pizca de chili para los más atrevidos.
-Es importante que esterilices bien el bote que usarás para guardar la crema de avellanas, sino podrían crecer microorganismos en la misma.
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