Hoy os propongo una receta que todos conocéis pero realizada con una nueva presentación..
Hoy os propongo una receta que todos conocéis pero realizada con una nueva presentación.
La tarta de Santiago es un dulce tradicional de la gastronomía gallega. La receta tal y como la conocemos procede del 1800 y por entonces se denominaba “torta de almendra”. Pero no fue hasta 1924 que la pastelería “Casa Moracuando” empieza a representar la Cruz de Santiago en su superficie, aportándole su distinguido aspecto, que se conserva hasta nuestros días.
Hay quien afirma que esta tarta proviene de una receta aún más antigua denominada “torta real”. Ésta se elaboraba ya en 1500 y era consumida tan solo por los más ricos, como símbolo de distinción social, dado la escasez y elevado precio de sus ingredientes.
Una de las principales características de la tarta de Santiago es su sencilla elaboración y el hecho de que está elaborada en base de tres ingredientes principales: almendra molida, azúcar y huevos, los cuales acostumbran a utilizarse en la misma proporción.
A parte de estos tres ingredientes se le puede añadir especias o elementos aromáticos como la canela o la ralladura de limón.
En mi caso he variado un poco los ingredientes: he sustituido parte del azúcar por miel ya que ésta evita que la masa se seque, reteniendo la humedad y aporta un ligero sabor floral; le he añadido un poco de canela, ralladura de limón y cáscara de naranja finamente cortada, que junto a unas gotas de agua de azahar le aportan un toque cítrico y fresco muy agradable que ayuda a contrarrestar el dulzor de la tarta.
Otra diferencia evidente entre esta receta y la tradicional es el tamaño. Como bien indica su nombre, en este caso se trata de tartas de pequeño tamaño, ideales para servir individualmente junto a una taza de café, o como postre acompañado de una copita de vino dulce.
Un formato divertido, que si se acompaña de una decoración distinta, puede darle un nuevo aspecto a una receta de toda la vida.
Utensilios y electrodomésticos indispensables
- Horno.
- 6 aros de aprox. 8 cm ø.
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Preparación
1. Precalienta el horno a 180ºC. Cubre una bandeja para el horno con papel sulfurizado, prepara un plato con azúcar. Engrasa el interior de los aros con mantequilla, rebózalos con azúcar por su cara interna y sacúdelos para quitar el exceso de azúcar. Coloca los aros sobre la bandeja para el horno.
2. Tamiza la almendra molida para evitar grumos en la masa, resulta más fácil si presionas con una cuchara. Una vez tamizada añádele el azúcar y la pizca de sal.
3. Añádele la miel y mezcla todos los ingredientes con una pala o lengua de cocina. Lava el limón y la naranja, y ralla o trocea la superficie de las cáscaras de ambas. Recuerda que no debes utilizar la parte blanca de la cáscara ya que tiene un sabor amargo. Personalmente me gusta encontrarme con pequeños trocitos de cáscara de naranja en la tarta, por ese motivo la troceo en vez de rallarla, pero puedes hacerlo como más te guste.
4. Bate los huevos enteros hasta obtener una mezcla homogénea. Incorpóralos a los ingredientes secos y añádele canela en polvo al gusto. Mezcla la masa con una lengua o pala de cocina.
5. Una vez la mezcla sea homogénea, viértela con cuidado en el interior de los aros. Coloca la bandeja a la altura baja del horno, pero sin tocar la base del horno y hornea las mini tartas de Santiago a 175ºC durante 30 min. a ser posible en la posición ventilación.
6. Tras el tiempo de horneado comprueba si están listas pinchando el centro de una de las tartas con un palillo, si el palillo sale limpio, es que están listas, en caso de que no salga limpio le faltará tiempo de horneado. Retira la bandeja del horno y desmolda con cuidado las tartas, ayúdate de un cuchillo. Déjalas enfriar.
7. Una vez se hayan enfriado por completo, recorta una cartulina con la forma que le quieras dar a la decoración. En este caso le he dado forma de corazón a la plantilla, pero puedes escoger la que más te guste. Coloca la cartulina en el centro de la tarta y espolvorea azúcar glasé por su superficie con un tamiz. Retira con extremo cuidado la cartulina, para no deshacer el dibujo y sirve las tartas.
Consejos e ideas
-Con los mismos ingredientes puedes realizar una Tarta de Santiago original utilizando un molde grande. En este caso debes hornear la tarta a 170ºC durante 50 minutos a la altura baja del horno. Transcurridos los primeros 20 minutos de horneado te recomiendo que cubras la tarta con papel de aluminio para evitar que la superficie se tueste en exceso.
-El azúcar para rebozar los aros por dentro es opcional, si quieres reducir la cantidad de azúcar de la receta simplemente engrasa los aros, pero no los reboces. Si no eres intolerante al gluten puedes espolvorear un poco de harina en el interior de los aros para hacerlos más antiadherentes.
-Puedes comprar almendra triturada o triturarla tu mismo/a. Esta segunda opción es más económica aunque requiere de un poco de tiempo, especialmente si compras almendras con piel. La harina de almendra se puede elaborar de forma casera, triturando almendras peladas hasta su pulverización. En caso de que quieras utilizar almendras naturales, debes hervir agua e introducirlas en ella hasta que se despegue la piel, y puedas retirarla fácilmente. Cuando tritures las almendras es importante evitar que suelten aceite, así que debes remover la harina para que se triture toda por igual y no se triture en exceso la que queda en el fondo y se convierta en una pasta húmeda y aceitosa.
-Puedes aromatizar la masa con las especias que más te gusten: vainilla, clavo, nuez moscada, pimienta de jamaica, etc. Y también añadirle la ralladura de la piel de los cítricos que más te gusten, frutos secos o deshidratados o tu chocolate preferido en pepitas o troceado. También puedes darle un toque distinto al añadirle una chorrito de licor a la masa o unas gotas de esencia de limón, agua de azahar o de rosa, etc. Una de mis combinaciones favoritas es chocolate negro, ralladura de cáscara de naranja, pasas emborrachadas en moscatel y una pizca de canela. ¡Haz tus propias combinaciones!
-Si quieres que las tartas se doren de manera uniforme puedes cubrirlas con papel de aluminio, así evitarás que se doren en exceso y de manera irregular según la zona del horno.
-Estas tartas pueden guardarse en la nevera durante varios días, por lo que no es necesario hacerlas el mismo día que se van a comer.
-Es importante que uses un trozo de cartulina, plástico u otro material rígido para hacer la plantilla para decorar. Si utilizas un trozo de papel para hacer la plantilla es muy probable que se doble o gire al retirarlo y deshaga el dibujo con el que has decorado.