Hoy os traigo una receta rápida de pastel de cumpleaños. Se trata de un pastel que elaboré para la celebración del cumpleaños de una preciosa niña…
Hoy os traigo una receta rápida de pastel de cumpleaños. Se trata de un pastel que elaboré para la celebración del cumpleaños de una preciosa niña de 11 años, llamada Michelle.
Como podéis ver, se trata de un pastel sencillo y rápido de hacer pero con un acabado limpio y bonito, perfecto para una celebración. Al ser un pastel pensado para niños, he utilizado ingredientes que se adapten a sus gustos, sabores deliciosos pero que a su vez les resulten fáciles de reconocer. He incorporado fruta entre sus ingredientes y he intentado reducir las grasas en la medida de lo posible.
El pastel se compone de un tierno y esponjoso bizcocho de vainilla con un suave toque de limón, bañado en sirope de cerezas. Acompañado por una mermelada de fresas, un suave relleno de crema chantilly y fresas frescas laminadas, que le aportan el toque de frescor y acidez al pastel.
Todo ello cubierto por una buttercream de queso fresco, chocolate y cacao puro, que le da un bonito acabado al pastel y le aporta dulzor y unas ligeras notas amargas y ácidas procedentes del cacao y el queso fresco y que combinan a la perfección con el sabor de las fresas.
Utensilios y electrodomésticos indispensables
- Varillas.
- 2 Aros o moldes para pastel de aprox. 20cm. ø
- Congelador.
- Manga pastelera y boquilla rizada.
- Pincel de cocina.
- Espátula de codo
- Termómetro de cocina
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Preparación
1. Engrasa los dos aros o moldes para pastel con mantequilla y colócalos sobre una bandeja de horno protegida con papel de horno. Precalienta el horno a 200ºC. Tamiza la harina y la levadura química sobre un bol y resérvalas.
2. Separa las claras de las yemas y monta las claras de huevo junto a la pizca de sal hasta que estén a punto de nieve, añade en ese momento el azúcar y el azúcar de vainilla en forma de lluvia, sin dejar de batir. Sigue batiendo durante un par de minutos o hasta que la mezcla tenga un color brillante y la textura firme de la foto.
3. Añade las yemas y la ralladura de piel de limón e incorpóralas en la mezcla mediante una lengua de cocina, realizando movimientos envolventes.
4. Añade a la mezcla el agua en una sola vez y la harina tamizada en dos veces, incorporándolas a la mezcla realizando movimientos envolventes mediante una lengua de cocina. Rellena los aros o moldes con la masa mediante una manga pastelera o vertiendo la masa en su interior, alisándola suavemente con una lengua de cocina. Intenta que los dos moldes tengan la misma cantidad de masa. Hornéalos a 180ºC durante 15 min.
5. Desmolda los bizcochos, y déjalos enfriar boca abajo sobre una rejilla protegida por papel de cocina o láminas de silicona. De esta manera, si la superficie del bizcocho ha quedado un poco abultada se aplanará, quedándote así dos bizcochos lisos con la misma forma y altura.
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Preparación
1. Prepara una crema chantilly con la nata, el azúcar glasé y el azúcar de vainilla. Si no sabes preparar crema chantilly, no te pierdas la receta y todos sus secretos. Clica en el link: Crema chantilly.
2. Distribuye el sirope o almíbar por la superficie de los dos bizcochos mediante un pincel de cocina.
3. Distribuye la mermelada de fresa sobre la superficie de uno de los dos bizcochos. Seguidamente corta los fresones en láminas del grosor que más te guste. Reserva un fresón y distribuye los demás sobre la mermelada, evitando que sobresalgan del borde del bizcocho.
4. Distribuye la crema chantilly sobre las fresas mediante una espátula, coloca el segundo bizcocho sobre la nata, dejando la cara con almíbar hacia abajo. Rellena con más nata el espacio entre los dos bizcochos y alisa los contornos mediante una espátula de codo o la parte no afilada de un cuchillo. Deja enfriar durante una hora el pastel en el congelador para que la nata se endurezca suficiente para poder cubrirla con buttercream, mientras se enfría puedes preparar la buttercream.
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Preparación
1. Trocea el chocolate y fúndelo en el microondas o al baño maria. Remueve el chocolate cada 15 segundos una vez haya empezado a fundirse y acaba de fundirlo con el calor residual del bol en el que lo hayas depositado, es importante que no queden trozos sin fundirse. Déjalo enfriar removiendo de vez en cuando hasta que llegue a unos 27ºC aprox. De mientras bate el queso para untar mediante unas varillas hasta que quede cremoso y homogéneo. Una vez el chocolate haya bajado de temperatura, mezcla el chocolate y el queso mediante movimientos enérgicos hasta que la mezcla sea homogénea.
2. Añádele en azúcar glasé y el cacao en polvo e incorpóralos en la mezcla. Seguidamente añádele la mantequilla pomada poco a poco, batiendo sin parar a medida que la añades, hasta formar una crema homogénea. Y por último añade la leche y vuelve a mezclar realizando movimientos envolventes.
3. Distribuye la buttercream por la superficie del pastel mediante una espátula de codo. Cubre los laterales con mucho cuidado, evitando presionar en exceso para no desprenderla de la zona con crema chantilly. Una vez esté toda cubierta, puedes alisarla con paciencia y delicadeza mediante la misma espátula de codo.
4. Una vez alisada su superficie, decora el contorno del pastel con más buttercream mediante una manga pastelera con una boquilla rizada. En este caso he realizado una decoración con forma trenzada. Si quieres puedes ponerle sprinkles de la forma que más te gusten encima de la decoración y colocar la fresa que tenías reservada como decoración central.
Consejos e ideas
-Es muy importante que la mantequilla esté a temperatura ambiente. También puedes sacar de la nevera el queso de untar media hora antes de utilizarlo para que no esté tan frío.
-También es muy importante que dejes enfriar el chocolate el tiempo necesario, hasta llegar al menos a los 27ºC, ya que sino a causa de la diferencia de temperatura podrían crearse trocitos de chocolate sólido en la buttercream.
-Puedes utilizar la fruta, la mermelada y el sirope o almíbar que más te guste, no necesariamente debe ser esta combinación. También puedes escoger tu tipo de chocolate preferido. Otra combinación que quedan deliciosa sería por ejemplo, buttercream de chocolate blanco y relleno de melocotón fresco o en almíbar. Deja volar tu imaginación y crea tus propias combinaciones. Si no estás seguro/a prueba un trocito de chocolate junto a la fruta que quieras usar, así podrás comprobar si los sabores combinan.
-Puedes hacer tu propio almíbar de manera muy fácil. Solo necesitas agua, azúcar y un poco de licor o zumo de la fruta que quieras usar. La proporción es la misma cantidad de líquido que de azúcar, así obtendrás un almíbar equilibrado y de la viscosidad ideal, este tipo de almíbar se denomina tanto por tanto. Añade el líquido seguido por el azúcar en un cazo y lleva la mezcla a ebullición sin remover, hasta que todo el azúcar se haya disuelto. Así de fácil.
-Si no dispones de termómetro de cocina para calcular la temperatura del chocolate, puedes intentar calcularla de otra manera. Al tacto notarás el chocolate ligeramente templado, pero si colocas una gota de chocolate en tus labios, debes notarlo más frío que los mismos. De esta manera sabrás aproximadamente que se parece a la temperatura que buscamos.
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