Hoy os traigo una receta sencilla que sirve tanto para acompañar platos dulces o salados. Se trata de una geleé de arándanos rojos, una receta tradicional…
Hoy os traigo una receta sencilla que sirve tanto para acompañar platos dulces o salados. Se trata de una geleé de arándanos rojos, una receta tradicional del norte de Europa. En Escandinavia esta geleé se utiliza tradicionalmente para acompañar platos de carne, ya que su gusto dulce, ácido y sus notas amargas, complementan perfectamente con el sabor de la carne roja, y en especial la de caza. Pero también se puede utilizar para acompañar unas tostadas, rellenar muffins, bizcochos, tartas etc.
Los arándanos rojos crecen en todo el hemisferio norte de nuestro planeta y, han formado una parte fundamental de la alimentación, durante milenios, de distintos pueblos en varios puntos del globo. Desde Russia, Escandinavia, Escocia, Estados Unidos y Canadá.
Existen varias variedades de este delicioso fruto, cada una con unas características y sabores ligeramente distintos. Pero todas ellas destacan por sus propiedades antioxidantes, su contenido en vitamina C, y minerales como el potasio, el fósforo y el magnesio.
Se utilizan tradicionalmente parapara rellenar muffins, tartas y bizcochos, también para la elaboración de mermeladas, compotas y zumos, comúnmente utilizados el mundo de la coctelería. También se desecan y azucaran, para su posterior consumo como snack, para acompañar ensaladas o todo tipo de platos. Pero debido a su gusto ácido no se consumen frescas sin acompañamiento, ya que su sabor puede llegar a ser desagradable.
Utensilios y electrodomésticos indispensables
- Cazo u olla.
- Un colador fino.
- Un bote de vidrio con tapa hermética para conservarla.
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Preparación
1. Lava los arándanos, deposítalos en una cazuela junto al agua y cuécelos durante 10-15 min a fuego flojo, debes remover con una pala de cocina durante todo el proceso.
2. Transcurridos los 10 a 15 minutos, los arándanos se habrán convertido en una pasta espesa que empezará a pegarse al cazo. En ese momento retira el cazo del fuego y tamiza la mezcla resultante, presiona con una espátula para extraer toda la pulpa de los arándanos. Deshazte de las pieles de los arándanos tras tamizar la mezcla.
3. Lava el cazo que has utilizado previamente y vierte la pulpa de arándano tamizada en su interior. Añade todo el azúcar y vuelve a calentar la mezcla a fuego flojo.
4. Deja que la mezcla hierva lentamente durante 10-15 minutos más, removiendo de vez en cuando con una pala de cocina. La geleé debe reducirse, obtener una textura más densa y oscurecerse ligeramente.
5. Para comprobar si tiene la consistencia deseada, vierte una gota de geleé sobre un plato limpio y déjala enfriar. Una vez fría debe ser pegajosa y de una densidad parecida a la mermelada. Si en cambio está líquida y se expande en el plato debes dejarla reducir unos minutos más. Una vez obtenida la consistencia deseada vierte la mermelada en los botes o envases de vidrio esterilizado, rellénalos hasta el borde y ciérralos. Debido a la temperatura de la mermelada el bote se cerrará al vacío. La geleé se puede conservar fuera de la nevera en un lugar fresco, seco y alejado de fuentes de luz intensa. Una vez hayas abierto el bote de geleé debes conservarla en el frigorífico y consumirla en un corto plazo de tiempo.
6. En mi caso he utilizado la geleé para acompañar unas tostadas de pan rústico de centeno, con queso fresco de cabra y un poco de cebollino, pero puedes utilizarla para acompañar platos dulces o salados. ¡Haz pruebas y encuentra tu combinación preferida!
Consejos e ideas
-Puedes servir la geleé acompañando platos dulces o salados, es ideal para acompañar carne y especialmente carne de caza. Pruébala también para acompañar unas tostadas, rellenar muffins, bizcochos o tartas. Ten en cuenta, a la hora de dosificarla, que esta geleé tiene notas amargas.
-Es muy importante que los botes o envases que vayas a utilizar estén muy bien esterilizados, las bacterias que pueden crecer en la geleé en caso de una mala esterilización pueden ser muy peligrosas. La bacteria más peligrosa en estos casos es el Clostridium botulinum, que produce una toxina que puede causar botulismo. Así que no olvides este paso, ahorrar tiempo en este caso no vale la pena y puede ser peligroso para tu salud. Para esterilizarlos debes hervir tanto los botes como las tapas en una olla con agua durante 20 minutos. Es importante que al extraer los botes y las tapas no toques su interior para no contaminarlos.
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