La receta que os traigo hoy es muy sencilla y para realizarla no se necesitan ingredientes sofisticados ni caros, con un limón y medio…
La receta que os traigo hoy es muy sencilla y para realizarla no se necesitan ingredientes sofisticados ni caros, con un limón y medio, azúcar, agua y flores de diente de león se puede hacer este delicioso jarabe o miel vegana de diente de león.
Aunque para muchas personas el diente de león es considerado una “mala hierba”, es una planta 100% comestible y muy versátil. Las raíces se pueden tostar, triturar y utilizar como si fuera café descafeinado. Las hojas se pueden comer
crudas o cocidas, son perfectas para ensaladas o revueltos, son muy depurativas y diuréticas, ricas en potasio, calcio y magnesio, vitaminas B, C y tienen más betacarotenos que la zanahoria. Las flores se pueden comer crudas, por ejemplo en ensaladas, para decorar postres o utilizarlas para hacer jarabe o miel vegana. Esta miel se caracteriza por su delicioso sabor dulce con notas cítricas, florales y un toque de vainilla. Es ideal como substituto de la miel de abeja para cualquier plato o elaboración.
Utensilios y electrodomésticos indispensables
- Tamiz muy fino o gasa para colar la miel.
- olla de 3 litros de capacidad.
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Preparación
1. Limpia las flores con un poco de agua, corta el tallo a la altura del pedúnculo, donde empieza el cáliz o sépalos de la flor y resérvalas.
2. Abre la vaina de vainilla por la mitad, corta el limón y medio en rodajas o trozos pequeños con la cáscara incluida.
3. Vierte el agua, las flores, el limón y la vaina de vainilla en una olla de una capacidad de al menos 3 litros y caliéntala hasta que hierva.
4. Hiérvelo tapado durante 20 min. a fuego flojo. Transcurrido el tiempo, apaga el fuego, cubre la mezcla con film transparente en contacto con la superficie y resérvalo durante 24 horas.
5. Pasadas las 24 horas, filtra la mezcla mediante un tamiz fino, o gasa, presiona con las manos las flores y el limón para extraer todo el agua y zumo que contienen. Conserva el agua infusionada y deshazte de las flores y el limón. Si quieres que el jarabe tenga más sabor a vainilla puedes conservar los trozos de vaina de vainilla en vez de desecharlos.
6. Vuelve a verter el agua infusionada en la misma olla, tras haberla limpiado. Si quieres que el jarabe tenga más sabor a vainilla deposita en el agua la media vaina de vainilla. Vierte el azúcar en la olla y calienta la mezcla a fuego medio, con la olla destapada durante aproximadamente 2 horas, removiendo mediante una pala de cocina de vez en cuando. No te preocupes si crea espuma al cocerse, en ese caso retírala de la superficie de la miel mediante un pincel de cocina mojado en agua.
7. Para saber si la “miel” o jarabe ya está lista, deposita una gota de la misma en un plato y deja que se enfríe, si una vez fría es elástica, densa y pegajosa, de una textura similar a la miel, no hará falta que la sigas hirviendo, si no es así tendrás que seguir hirviéndola hasta que pierda más agua, se reduzca y espese. La densidad de la miel caliente no es la misma que cuando se enfría, cuando está caliente es mucho más líquida, así que hasta que no se haya enfriado del todo no tendrá la densidad y textura adecuadas. Por ese motivo es importante que hagas la prueba de la gota sobre el plato, ya que no podrás apreciar los cambios en la textura a simple vista, hasta que no se haya enfriado todo el conjunto. Una vez se haya enfriado toda la miel tendrá la textura que se ve a continuación.
8. Utiliza uno o varios botes de vidrio para guardar la miel. Para que se conserve en las óptimas condiciones debes guardarla en botes esterilizados, para que no crezcan microorganismos en su interior. Para esterilizar un bote, has de hervirlo (el bote y la tapa a parte) durante 20 min. en una olla con suficiente agua para que lo cubra por completo. Una vez transcurrido el tiempo, debes vaciar el agua de la olla y sacar los botes y las tapas sin tocar su interior y dejarlos escurrir sobre una rejilla. Vierte la miel en su interior, rellenándolos lo máximo posible. Para que el bote se cierre al vacío te recomiendo volverlo a hervir, una vez lleno, durante 10-15 min. En caso de que quieras consumir la miel en un corto plazo, puedes saltarte este paso.
9. Puedes utilizar este jarabe como si fuera una miel normal, para endulzar postres o pasteles, para acompañar un yogur o una tostada o darle un toque especial a una infusión o té. Aquí va una sugerencia de presentación: yogur con miel vegana y unos pétalos de diente de león.
Consejos e ideas
-No te preocupes si al hervir la mezcla se desprende de las flores alguna partícula o algún pequeño insecto, es normal cuando utilizamos ingredientes naturales, a pesar de haberlos lavado. Cuando lo tamices eliminarás todas las impurezas.
-El azúcar y el ácido cítrico que contiene el limón son conservantes naturales, por lo que no es necesario que lo guardes en la nevera, pero si has hecho una gran cantidad y quieres que dure más tiempo en buen estado, puedes guardarlo refrigerado.
-Puedes reducir la cantidad de azúcar hasta 1,200 gr. por litro de agua. En este caso te recomiendo que lo guardes en la nevera para que adquiera la densidad deseada, (ya que será un poco más líquida) y para que se conserve por más tiempo.
-Puedes substituir la mitad del azúcar por azúcar moreno, éste le dará un sabor más intenso a la miel y un color más tostado.
-En caso de que la miel cristalice, solo hace falta que la vuelvas a calentar al baño maría hasta disolver los cristales de azúcar.
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